Promesas te da la vida que no pasan de ser promesas. No basta con ser los mejores si no sabemos compartir lo que nos diferencia en positivo de los demás. Tampoco ser más alto y más guapo si no tenemos con quién compararnos. La vida es un cóctel de decepciones. Y por más que me empeñe, los viernes no volverán a ser de fiar. Promesas por cumplir y amigas idas. ¿A quién importa? Y eso que mi especialidad en la vida es esperar por lo bueno y no lo malo: lo malo viene solo y lo bueno a veces se demora demasiado pero no deja de ser bueno. Tiempo me sobra, aunque viva de prestado. Como todos y todas, pero hay quien no lo sabe o no le da la importancia que debiera y va pisando los talones del hartazgo. De tanto querer y no poder está el purgatorio que
no cabe otra alma en pena.
El asunto ya no es la duda que mantenía viva una esperanza, el asunto es que nos demos cuenta que lo evidente no admite contrapartidas ni es recurrible. Hablo de amor para decir que nuestros intereses son humanos, y a pesar que de siempre sostuve que el amor era invento humano, los incentivos, las influencias y el dejarse llevar, acabaron con todo posibilidad de amar. El amor y los versos que anidan en el corazón están desaparecidos y ya se niega el saludo colindante. Qué pena que volvamos a ser amigos de los empresarios y los políticos y algún aprendiz a matón venido arriba. La desfachatez y la corrupción está de moda. Mientras quede dinero en el Erario y la caja de los Bárcenas de este país no dejará de haber corrupción. ¿O alguien se cree que la caja "B" es un invento del PP? Nada desprestigia más a la lucha contra la corrupción que la verdad cuando no interesa. Al parecer un diputado del PP había avisado a algunos de sus dueños que el penúltimo preso por corrupción en Madrid tenía cuentas en Suiza y nadie le hizo caso. Lo confirmó ayer un tan Carlos Floriano que de algo me suena pero no sé de qué. Una mano tapa otra. La corrupción no interesa si no es a los jueces. Ni a los políticos y menos a los fiscales jefes. Mientras, según la EPA, el paro tiene 17.200 parados más, y por si fuero poca la tragedia, se ha destruido empleo. Hay 69.800 personas menos ocupados en el primer trimestre del año. Pero no todo va mal en este país: nos anuncia el Banco de Santander que en el mismo trimestre ganó un 14% más: 1.867 millones de Euros. Malo no es que ganen dinero los bancos y las empresas, malo es que lo ganen y no lo repartan con los trabajadores. A los trabajadores no les queda más remedio que sobrevivir en la pobreza, la enfermedad, y ahora, más que siempre entre la corrupción. Y eso es todo por hoy. Gracias... (de nada).
El asunto ya no es la duda que mantenía viva una esperanza, el asunto es que nos demos cuenta que lo evidente no admite contrapartidas ni es recurrible. Hablo de amor para decir que nuestros intereses son humanos, y a pesar que de siempre sostuve que el amor era invento humano, los incentivos, las influencias y el dejarse llevar, acabaron con todo posibilidad de amar. El amor y los versos que anidan en el corazón están desaparecidos y ya se niega el saludo colindante. Qué pena que volvamos a ser amigos de los empresarios y los políticos y algún aprendiz a matón venido arriba. La desfachatez y la corrupción está de moda. Mientras quede dinero en el Erario y la caja de los Bárcenas de este país no dejará de haber corrupción. ¿O alguien se cree que la caja "B" es un invento del PP? Nada desprestigia más a la lucha contra la corrupción que la verdad cuando no interesa. Al parecer un diputado del PP había avisado a algunos de sus dueños que el penúltimo preso por corrupción en Madrid tenía cuentas en Suiza y nadie le hizo caso. Lo confirmó ayer un tan Carlos Floriano que de algo me suena pero no sé de qué. Una mano tapa otra. La corrupción no interesa si no es a los jueces. Ni a los políticos y menos a los fiscales jefes. Mientras, según la EPA, el paro tiene 17.200 parados más, y por si fuero poca la tragedia, se ha destruido empleo. Hay 69.800 personas menos ocupados en el primer trimestre del año. Pero no todo va mal en este país: nos anuncia el Banco de Santander que en el mismo trimestre ganó un 14% más: 1.867 millones de Euros. Malo no es que ganen dinero los bancos y las empresas, malo es que lo ganen y no lo repartan con los trabajadores. A los trabajadores no les queda más remedio que sobrevivir en la pobreza, la enfermedad, y ahora, más que siempre entre la corrupción. Y eso es todo por hoy. Gracias... (de nada).
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