martes, 9 de diciembre de 2014

La bocina.

En el pueblo hay un taller de coches y a última hora de la mañana, al no responder a mi llamada fui. Pero no. El mecánico electricista tenía su agenda completa por la mañana, ni una hora, ni un descuido para mí. No soy su amigo, pero tenemos uno en común y le hablé de él. Ni con esas. Sería estupendo que en este país algún día se pudiera vivir sin amigos para todo. Ojalá. Sin amigas ya vivimos.

No es que tenga una avería seria en el coche. La bocina. Quizás un fusible fundido. 

Ahora acabo de llegar. El mecánico me dijo que la avería ni seria ni alegre, que son imaginaciones mías. La bocina emite señales acústicas normales y si no la oigo es porque estoy sordo. (Aprendida la lección: no me contestas porque no quieres).

4 comentarios:

  1. "sin amigas ya vivimos" tsss no se puede uno desaparecer tantito porque luego luego la desconocen a una. Mal plan.

    Tu no estas sordo, lo que pasa que no te gusta hablar con necios. A dios gracias no soy necia.

    Un besote de soslayo.

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  2. Eres un cielo. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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