Hoy, en el café para dos, Eugenio me cuenta que hace muchos años, en un pueblo cercano, curiosamente sus vecinos no se llamaban por su propio nombre, sino por el de su profesión. Así, cuando coincidían por la calle se saludaban con un buen día fontanero, panadero, carnicero, etcétera. Salvo un hombre de profesión desconocía. Era un hombre que apenas salía de casa; era un hombre aburrido y triste, sin carne, como la cuaresma, pero siempre atento, siempre dispuesto, siempre positivo, siempre nada de nada. Éste era un hombre en el que confluían las virtudes sin pecados. Era un hombre que siempre le faltaba un poco para ser algo, que se partía en dos si las circunstancias lo requerían. Era un hombre dado a comprometerse con quienes siempre prometieron y nunca cumplieron. Era y no era. Al extraño personaje no se le conocía por su profesión que no tenía, pero sí por su carácter desagradable y despreocupada cultura. Oscuro a la vista, era de esas personas que pasan de soslayo por la vida... Siempre le faltaba poco, para todo un poco: un poco para nada. De ahí que le habían dado por perdido hace tiempo. No se le veía por la calle, según Eugenio, solo en primavera, cuando la floración del azahar, dicen algunos que se le podía ver paseando con su mascota muerta por el pueblo. Pues bien, este hombre, sabía de todo menos de su pasado; sabía de memoria las estadísticas del pueblo. Siempre leyendo, era el "archivo municipal". Era la lista de las cosas que suceden en un pueblo. Este personaje, un día desapareció sin dejar rastro, y ya nadie le volvió a ver... Parece una paradoja, pero no, al fin aquél hombre ya era algo en la vida: Un hombre en paradero desconocido. "Si la neutralidad sigo a andar solo me condeno, porque el neutral nunca es bueno para amigo ni enemigo". Pedro Calderón de la Barca.
Hay personas que quizás se vuelven personajes cuando la incapacidad de decisión para terminar o ser el centro de alguna mirada..
ResponderEliminarMe gustó el texto y como lo rematas.
Saludos
Eres muy amable. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud
Si o no, ser o no, blanco o negro nunca gris. Figurar por ser nadie. Cuantos hay, ¿Habemos? Asi en la vida.
ResponderEliminarUn gusto.
La vida, al correr de los años, es como uno quiera que sea ¿o no? Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud
Cuántos, que hubieran pasado desapercibidos de haber terminado sus días en la corriente en la que estaba metido, empiezan a ser noticia cuando dejan de estar. Se les echa en falta, luego eran alguien, aunque diferentes y singulares.
ResponderEliminarBesos
Le preguntaremos a la iglesia si tiene algo que ver con eso de morir para echar en falta. Por ser diferentes y singulares. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud