viernes, 5 de abril de 2013

Cuestión de principios

En este país lo pobre parece ensancharse como el amor, y lo rico encogerse como los salarios. En este país uno no sabe si es pobre o es rico, si está muerto o vivo. Si quiere o se deja querer... En un viernes de fiar uno está más perdido que nunca, y dona no está, que ya es decir. Y lo peor, que nadie me explica. Nadie me explica si no enchufo la televisión. Y si la enchufo tengo dos opciones, o los Simpson o Rajoy, aunque los dos son capítulos repetidos... Lamentablemente solo encuentro silencio y soledad en este viernes de fiar. Solo. Recuerdo otros viernes de fiar más confiables y menos monárquicos. A mí siempre me gustó la monarquía, pero nunca la quise. Quiero encajar por algún sitio mi solidaridad con la infanta y no me sale. No puedo ir con los de la feria y venir con los del mercado; nunca pude y menos ahora que no me juego nada. Antes no podía hablar mal de la jefatura del Estado. Cómo cambian los tiempos, ahora una hija del rey puede ir a la cárcel.

Se nota que estoy escribiendo de mala gana, se nota la inercia y el cansancio. Se nota que se me debilita el compromiso solidario cuando está en juego la vida de personas. ¿La vida de personas está en juego? Qué cosas digo: desde que mi viejo ordenador no me ordena estoy más perdido que un diputado en el Congreso que si uno no levanta la mano no sabe qué votar. Pues ahora, sin dona y sin ordenador, no me importaría ser diputado... Para nada es mala idea, aunque me insultaran por la calle, a fin de cuentas con los 7.000€ más dietas y otras prebendas bien se pueden aguantar los insultos. Ah, y la pensión que me quedaría de lujo... Los políticos viven mejor que nadie en este país. Ser político en este país es muy rentable. Y solo por no meterse en la vida de los demás. A un político de los de a 7.000€ más dietas y otras prebendas no se le pide más que estar atento a la mano para votar sí cuando es sí y no cuando es no. Y yo para eso me veo capacitado. Para eso y poco más: lo dice mi esposa y es verdad.

Ayer, Rajoy en la televisión dijo que el país este año está mal pero el otro estaría bien. Que está mal este año ya lo sabía, pero que el otro estaría bien no. Ayer escuchando a Rajoy en la televisión decir que íbamos para mejor me sentí feliz y hoy no sé si creérmelo. Rajoy no siempre dice la verdad, ni el Rey, ni los que les rodean. En este país solo dicen la verdad los ciudadanos que antes vivían de un salario y ahora de milagro. Las cosas claras: yo quiero ser diputado para no pasar privaciones y cuando me jubile de diputado quiero ser Tiger Woods "el golfista". Ayer leí que volvía a ser el número uno del mundo, y a mí, como a él, las rubias nos chiflan.

4 comentarios:

  1. Seguro que a Rajoy también le chiflan las rubias o no?.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. La rubio manchego sí. Y la Merkel. Pero las guapas, las que nos gustan a Tiger Woods y a mí no lo sé. Muchas gracias.

    Salud

    ResponderEliminar
  3. Si eres político tendrías el odio de todos - menos los políticos-, pero con ese sueldo se te olvida hasta tu nombre.

    ResponderEliminar
  4. Nos hacen mucho mal... Muchas gracias. Beso.

    Salud

    ResponderEliminar