¿Qué hay del defensor del pueblo?

¿Dónde está el defensor del pueblo? Y no me refiero a Soledad Becerril impuesta por Rayoy, sino el verdadero defensor de los oprimidos. De los más necesitados. De los que precisan justicia urgente. A la infanta Cristina la defenderá Miguel Roca, ¿pero quién defiende al pueblo? No debería haber ni un solo ciudadano en este país sin un abogado defensor para defenderle de las adversidades, a fin de cuentas, lo que importa son las personas... Las personas honradas, quiero decir. Porque las otras, las que roban y otros descuidos, tienen abogados defensores y fiscales que recurren si la sentencia del juez no les gusta a sus jefes. Los fiscales tienen jefes que les ordenan lo que tienen que hacer. Los jueces no, pero los fiscales sí.

Antes dije que quería ser político pero me doy cuenta que no tengo estómago, que ahora solo quiero ser Tiger Woods... o tampoco: ni ése quiero ser. Quiero ser el que soy, simplemente un ciudadano, en el fondo, todos mis desbarajustes mentales son cuestiones de compromisos... Lo que importa, repito, son la personas, y la familia, no me canso. Y a la mierda con los políticos que no son capaces de crear un clima de confianza en este país de solares por construir. A un pueblo que le falta lo esencial para crecer y desarrollarse, además de la cooperación necesaria en defensa de sus intereses, no es un pueblo ni nada que se le parezca.

Ayer vi a Rajoy emplasmado, y pensé en el duque empalmado. Lo vi personalmente hablar de un país mejor con su verborrea de maestro de EGB. Ayer vi a Rajoy con sus poses y muecas. Ayer vi a Rajoy y me dio pena pero no de él, sino de quien debiera defender... Lástima que Rajoy dependa de su grupo parlamentario. Y todo apunta que lo sabe.