lunes, 15 de abril de 2013

Son las doce y nada

Me preocupa este lunes de escasas convicciones. Las hora pasan y no presagia un viaje. Un lunes que como acontecimiento excepcional llamó a la puerta el cartero no se le puede considerar un lunes de acontecimientos extraordinarios. Que llame el cartero y traiga una carta es más una trivialidad. Pero debiera insistir, o esperar, que aún pudiera suceder un imprevisto negado a cualquier otro día de la semana.

Un lunes y un palmito de mujer, esa es otra duda que se me presenta... ¿Qué querrá decir? ¿Una bondad a cualquiera se le puede extraviar? Hablo de una cara de mujer. De romper la perversa cotidianidad con una llamada que pudiera dar sentido a la historia reciente de una madre que por sus hijos todo lo daría... La vida y otros comportamientos están en deuda con ella. Es preciso romper el perverso círculo de la cotidianidad que la está perjudicando para que salde su deuda. (El futuro es suyo pero aún no lo sabe).

4 comentarios:

  1. Aun falta mucho para acabar el lunes, puede suceder.

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  2. Ojalá... Muchas gracias. Beso.

    Salud

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  3. Hay veces en que se echa de menos lo cotidiano, hay gente a la que da igual un lunes que un viernes,otros que desean que pase el domingo.La vida funciona en círculos que son distintos para cada uno. Ánimo.

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  4. Llegará un día no tardando mucho... Fijo. Muchas gracias.

    Salud

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