miércoles, 3 de abril de 2013

La siesta

Reflexiones a media tarde...

El pensamiento humano es argumental a la vez que incompleto. Necesita de una razón de ser. Solo no puede. Necesita descubrirse así mismo. El pensamiento humano está necesitado de dignidad.

Sócrate y Platón, eran dignos pensadores. Los dos basaban el pensamiento en la dignidad a través del trabajo. Con el pensamiento de Sócrates, se constituye la naturaleza humana a base de dignidad, entendida como el saber actuar de acorde a unos valores. Un ser humano en la búsqueda de la verdad, en todo momento de su existencia manteniendo el escrutinio racional de la de vida humana.

Los grandes pensadores son testigos de excepción de vidas indignas.

Esta sociedad imperialista, es una sociedad marginal de profunda desigualdad que transforma valores y arranca nuestras raíces, no solo en las amplias perspectivas de la historia, sino desde el punto de vista de la dignidad individual. Ya nadie habla de un capitalismo industrial, ahora es financiero: es un capitalismo especulativo.

Sócrates, era capaz de dar una respuesta racional a cualquier pregunta racional que se le hiciera sobre sí mismo.

Platón, por el contrario, consideraba que la respuesta se encuentraba en el alma. Porque para él, el alma era la esencia humana y el cuerpo un instrumento a su servicio.

Por consiguiente, para Platón, el ser humano es un alma encadenada a un cuerpo material, que busca salir de él para retornar a un estado original de perfección a través de la continua lucha por el logro de los perfectos conocimientos evitando caer en los apetitos de su ser sensible y material.

De donde se concluye que la función prioritaria de todo ser humano ha de ser el cultivo de su inteligencia como un deber moral por el rescate de su alma y su retorno al mundo superior. De modo que, cuando el ser humano aprenda a usar la razón para sus acciones, podrá sentir la dignidad y la paz espiritual a que todos aspiramos, pero si eso no ocurre, entonces se apodera de nosotros el espíritu de la vanidad. (Antes de morir, los moribundos se inclinan por el perdón de los pecados y se deciden por la paz del alma).

2 comentarios:

  1. ¿Y cómo se aprende a usar la razón si no se tiene?

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  2. La razón para vivir siempre la tenemos... de otras y cómo usarlas no entiendo. Muchas gracias. Beso.

    Salud

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