Parece imposible, si alguien me lo contaran diría que es mentira, con todas las de la ley, pero yo mismo fui testigo. Lo que hoy vieron estos ojos destinados a ser diseccionados por algún aprendiz oftalmológico en la Facultad de Medicina es verdad. Hasta me hice un moratón en el brazo al pellizcarme por si estaba soñando. Fue verdad. El caso que es que la acabo de ver, también ella a mí, y después de cruzarnos la mirada, no pudo sino clavar su mirada en el suelo. No tuvo el valor de esperar mi respuesta, y optó volver por sus pasos sin decirme nada. Tan siquiera pude advertirle, que por mucho que haya vivido, es difícil y muy lento el proceso de olvidar.
Entonces, la sentencia de Eugenio se cumple: "Siempre va a haber días de sol y días de lluvia, pero la forma en que decidamos interpretarlos va a determinar cuánta felicidad o dolor va a representar en nuestras vidas. Ser feliz es cuestión de perspectiva".
No hay comentarios:
Publicar un comentario