Hola, Lluís, ¿qué tal estás?
Según se comenta por aquí, las cosas en la Tierra van de mal en peor: guerras, hambrunas, enfermedades, pobreza, crisis y tantos otros desvelos... lo de siempre. Yo estoy bien, y agradecido del recibimiento que me hicieron. Esto es una maravilla, y lo mejor el personal. Creo que debiera haber muerto antes, en la Tierra nunca fue agradable vivir, subir al Cielo es lo mejor que me podía pasar después de todo. Aquí nada es malo. Según me cuentan existe el purgatorio, se ve que Benedicto XVI con lo del twitter y sus libros ha despejado de lado sus obligaciones, o se ha desbaratado, a pesar de que, y me lo ha contado un Santo, o sea que la fuente es fidedigna, tiene un negro. Respecto al infierno, aseguran que es lo más parecido a la Tierra.
Lamento que no nos hayamos conocido, quiero decirte, aunque ya poco importe, que luché mucho en la vida, trabajé duro para salir adelante, y hubo un tiempo que me involucré en política: milité en dos partidos de izquierda y siempre fui sensible a la desgracia y al dolor ajeno. Me casé joven y tuve dos hijas, aún hoy estoy enamorado hasta las trancas y orgulloso de las tres, aunque mi esposa... la hecho mucho de menos, espero impaciente que algún día, si la Maria quiere, nos volvamos a encontrar. Por cierto, aún no me la han presentado, tengo muchas ganas de conocerla: la Magdalena. Para mis hijas el tiempo pasó rápido, crecieron y enseguida tuvieron su propia vida, y por si un aquel me sentía solo, me regalaron un ordenador para que le contara a él lo que a ellas apenas les importaba; en su favor quiero decirte que morí de viejo, y ya se sabe que los viejos con nuestras batallitas y nuestras enfermedades... no nos damos cuenta, pero damos mucho la lata, y lo peor, queremos tener siempre la razón. Soy de los que creen que nada ocurre por casualidad, entonces, con el ordenador comencé a escribir cosas a mi manera y fui feliz, también a mi manera. Y a pesar de haber "cumplido", de no estar sin haberme ido, ya nada fue igual, según pasaba el tiempo cada vez me metía más en mí mismo, hasta el punto de aislarme totalmente del mundo exterior. Así fue como mi ordenador se fue convirtiendo poco a poco en mi principal compañía, y dona, mi mascota, en mi confidente amiga. Y mi vida en ciencia definición, para qué mentir si estoy en el Cielo. Precisamente el mismo día que mi ordenador destartalado se negó a escribir, dona y yo subimos al cielo. Coincidió.
Estarás pensando porqué te cuento mi vida si no sabes quién soy, además de estar muerto. Pues bien, te cuento mi vida a grandes rasgos porque quiero ser tu amigo. Que sepas que yo siempre seguí de cerca tu carrera periodística, incluso leí alguno de tus libros, por cierto, y no te ofendas, escribiendo me recordabas a Pérez-Reverte espeso. En verdad te digo, uy, fíjate, llevo unas semanas aquí y ya me expreso como ellos, que creo que eres un gran periodista y mejor persona, por eso le hablé a San Francisco de Sales de ti, de tu gran profesionalidad y calidad humana. El caso es que me acaba de decir que había enviado una carta de ascenso a Editorial Prensa Ibérica para que vengas y puedas escribir en el periódicopuntocom que dirige, y también para que le eches una mano en la dirección. Como Santo es bueno, pero como gestor da pena, no hay Santos ni Vírgenes en el Cielo que no opinen igual. Cuando me lo dijo me alegré mucho porque así podré conocerte y ser tu amigo, si tú quieres. Es todo, Lluís, te espero impaciente.
Saludos desde el Cielo.
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