Si la inmensa mayoría de las mujeres que mueren acuchilladas, estranguladas, quemadas, asfixiadas, degolladas pudieran hablar; y si las que han sobrevivido traumatizadas, desbaratadas por el macho salvaje también. Si pudieran hablar, se oiría el grito desgarrador que saldría desde lo más profundo del alma.
Desde que el mundo es mundo, muchos han entendido mal esto de ser hombre. Quien no respeta a la mujer no es hombre. Por eso, la condición de serlo hay que aclararlo cuanto antes para que la ignorancia no llegue a los cementerios. Ser hombre, comienza por el respeto a la vida y a la mujer, y a su indiscutible derecho al olvido. Y ser feliz.
Estaría bien cambiar las formas para no encumbrar la cultura machista, porque es por ser mujer que se la margina, que se la excluye, que se la asesina.
Gran artículo.
ResponderEliminarFeliz 2013
Mark de Zabaleta
Gracias. Feliz año.
ResponderEliminarSalud