Si quien no paga nada debe, ella nada teme. Quizá porque nada debe, pero eso no lo sé. Lo que sí sé, es que el amor no tiene tarifa de precios, ni paga impuestos, ni intereses porque no hay contrato de ningún tipo entre las partes. El amor se llama andana. Pero el amor tiene otros compromisos y otras consecuencias no dinerarias. Y ella lo sabe.
Nunca celebró la Navidad ni felicitó a sus amistades. Ni celebró su cumpleaños después de nacer. Nunca cantó villancicos ni cumpleaños feliz. Pero a mí me gusta como es... Si yo tuviera una cuenta abierta en facebook y fuera uno de sus amigos, sin dudarlo, en su muro pulsaría "Me gusta". Y ella enseguida sabría que me gusta por su singular forma de ser y su extraño comportamiento.
Si los dos estuviéramos imputados en un extraño caso tipificado como delito por la ley, se archivarían las causas por no ser comprobados los expedientes. A veces se pierden los papeles.
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