Ahora, luego de dar un paseo con mi mascota, y ya en otro tono, me reprocho haber escrito por encima de mis capacidades sin cuidar el disimulo. No es arrepentimiento, ni mucho menos vanidad, es que recuerdo, y es bien cierto, a la niña sevillana Alicia que me envió un e-mail de simpatía. Alicia no sabe que, además de una verdadera escritora, es una estrella que se distingue fácil en el firmamento. Y quiero recordar que hay 400 mil millones de estrellas por cada galaxia. Y entre 100 mil y 400 mil millones de galaxias. Con unas cifras así parece imposible que una estrella se pueda distinguir. Pues sí. Y no solo yo la puedo distinguir, cualquiera lo puede hacer con simplemente mirar al cielo y fijarse en la estrella que más brilla y leer su nombre: Alicia.
Gracias por tu e-mail, niña Alicia. Por contarme tus proyectos de futuro. Hoy brindaré por tu carrera literaria. Por ti, por tus padres. Por la salud de tu familia. Feliz Navidad.
Coño....!!!! ¿y por mi no? jjajaja
ResponderEliminarClaro, por ti y los tuyos. Todos somos hermanos.
ResponderEliminarSalud.