Te digo:
Feliz Año.
Un abrazo.
Un beso...
...te quiero.
Busco tu dirección de correo en mi lista de contactos y no apareces:
¿Por qué no apareces?
Apelo a mis secretas cualidades de investigador y sigues sin aparecer.
Entonces,
de memoria,
porque recuerdo perfectamente tu dirección de correo electrónico,
la escribo y le doy a Enviar.
Todo lo dicho es cierto,
Todo lo que escribo es verdad.
Son mis deseos y mis sentimientos.
Y tú siempre igual:
Muda.
Sorda.
Ciega.
Témpano de hielo.
Mujer de insensible ausencia.
Mensaje inútil.
Y sin embargo...
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