No quiero dar nombres, pero hay quienes no debieran permitir que finalice este año sin pedirme perdón. No lo digo por mí, porque amigas que me quieran... ay. Es que no pueden despedir el año sin haberse reconciliado conmigo que es lo mismo que decir con ellas. A las amigas idas, les digo que se reconcilien antes de que finalice este año, que entren en el nuevo año libre de remordimientos. Que abracen al amigo antes de que sea tarde. Si así lo hacen, experimentarán la dicha del perdón y sus oraciones alcanzarán a Dios. (Disculpen los creyentes la irreverencia).
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