Ayer un comentario amigo me deseo Feliz Navidad. Yo, agradecido, le respondí igual: Feliz Navidad. Luego me di cuenta que era la primera vez que deseaba Feliz Navidad este año. Fue una felicitación de buenos deseos que me hizo recordar el día en el que vivo. Estamos en Navidad, entonces, tengo que salir urgente a comprar regalos, también el turrón, el cordero y las gambas. Tengo que correr antes de que, si es verdad lo que dice UGT, Rajoy nos baje otro diez por ciento el salario entre otras delicateses. Antes, con despilfarradora euforia, gastaba en las compras de Navidad diez mil pesetas y llegaba a casa feliz con un una sensación de yo pecador me confieso a Dios. Aunque, eso sí, las diez mil pesetas eran mías y las gastaba como me daba la real gana. Ahora, con sesenta euros, que vienen a ser lo mismo, compro el cordero y la electricidad para cocinarlo. Me quedo sin los regalos y las gambas, y la misma sensación de yo pecador me confieso a Dios. E infeliz, porque el dinero no es mío, es de la VISA , o sea, del banco hasta el día treinta que no sé si se lo podré devolver. Si tiene razón UGT no podré y tendré que llamar al señor director del banco para que, con unos intereses del veinticuatro por ciento me alargue el pago hasta el próximo mes. Uy, señor director... he dicho señor director. Qué curioso, antes sabía cómo se llamaba el señor director y le decía por su nombre, y viceversa, ahora ni uno ni otro nos conocemos. Sin embargo, con educación le digo: Señor director. Ay, cómo cambia todo... No, no cambia, vuelve al ayer. Yo, de viejo recuerdo cuando el tratamiento que se hacia a la persona no era educación sino temor. El cura era el señor cura por la gracia de Dios. El maestro era el señor maestro las letras con sangre entran. El alcalde era el señor alcalde y cierra España. El médico era el señor borracho que le pagabas para que te abriera la puerta de su casa. Y el gobernador civil era la Guardia Civil : ¡Cuerpo a tierra!. (Prometo que no sé cómo llegué a esta conclusión. Supongo que estaré muerto y enterrado).
El mio se llama D. Emilio Feliz Navidad
ResponderEliminar