martes, 18 de marzo de 2014

Nadie está solo

Te miro,
como el árbol mira su rama arrancada de su tronco,
o pudrirse su hoja.

Te miro,
y veo un sueño libre que verá amanecer un día.

Te miro,
y la tristeza es ya casi alegría.

Por verte húmeda de ternura...
Porque renacieras de tu agonía...

La abstinencia no nos unió, fue el amor,
o la santa poesía.

Nadie está solo, todo está encadenado.
Y la María lo sabe.

3 comentarios: