domingo, 9 de marzo de 2014

Tu nombre, poesía

Y saber luego que eres tú
barca de brisa contra mis peñascos;
y saber luego que eres tú
viento de hielo sobre mis trigales humillados e írritos:
frágil contra la altura de mi frente,
mortal para mis ojos,
inflexible a mi oído y esclava de mi lengua.

Nadie me dijo el nombre de la rosa, lo supe con olerte,
enamorada virgen que hoy me dueles a flor en amor dada.

Trepar, trepar sin pausa de una espina a la otra
y ser ésta la espina cuadragésima,
y estar siempre tan cerca tu enigma de mi mano,
pero siempre una brasa más arriba,
siempre esa larga espera entre mirar la hora
y volver a mirarla un instante después.

Y hallar al fin, exangüe y desolado,
descubrir que es en mí donde tú estabas,
porque tú estás en todas partes
y no sólo en el cielo donde yo te he buscado,
que eres tú, que no yo, tuya y no mía,
la voz que se desangra por mis llagas.

Gilberto Owen Estrada, poeta, falleció el 9 de marza de 1952.

7 comentarios:

  1. Alguien dijo un día: ¿Como voy a ocultar mi nombre si es lo mas bonito que tengo?
    Me vino a la mente ese recuerdo al leer este poema.

    Buenas de soslayo

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  2. Era mexicano y también acabó malamente. Beso.

    Salud.

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  3. Sería genial que el mundo financiero fuera gobernado por un poeta...

    Salud.

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  4. Qué poesía!
    No sería la rosa que soy sino vivieran mis espinas en tu corazón, mi perfume nacido de tu aliento en el beso primero, el beso memorable, el beso victorioso. Si existe una forma de ser y pertenecer, eres tú mi creador, sin ti viviría en las tinieblas.

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  5. Siempre Roxana. Y su fe. Y su bendito amor. Beso.

    Salud.

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