El país ha llegado a su tope, hablo de endeudamiento. Y esto es peligroso para la estabilidad económica. Ya casi estamos tirando el país a la basura.
Ayer le comentaba a una amiga lo de escribir al dictado de otros. Bueno, que yo no sé. Que escribo lo que me sale de adentro en cada momento y se acabó. Porque si tengo que escribir de asuntos económicos, por decir, no sé. De fúrtbol tampoco. Y cuando pudiera dar juego en algún asunto no me apetece escribir. Me pasó ayer y me pasa hoy. Si no me apetece escribir no escribo. Lamentable todo lo mío. No soy honesto conmigo, incluso me tengo envidia y soy oportunista. Por ahí voy diciendo como la peor de las vecinas chismosas y me extorsiono a mi mismo como si fuera un dolor de muelas. ¡Pero tampoco hay que pasarse!. Por cierto: “Más que un dolor de muelas soy aquel dolor de ser, pues por ti he vuelto a nacer y soy ola de un mar enamorado cada madrugada”.
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