El tiempo dirá

Mi depresión me está haciendo pedazos, no soy yo ni mucho menos, o si lo soy lo seré como detalle de ruptura sin ganas de avanzar: ganas de hacer lo que nunca he hecho. El humano ser no debiera ser tan complicado... Si estaba tan feliz y ahora... ¡Joder, dona!. Al maligno se le agrandan los cuernos. Así no es fácil, por eso son tan importantes los detalles y su lectura. Escribir me salvará. Creo. Si pudiera sangraría cada gota del veneno de mi estado de ánimo depresivo, ¡dona!. Como estoy en zona de nadie, una vez que mi universo haya padecido su Big Crunch renaceré en otro Big Bang. Infinito universo. Y vuelta a empezar. Y vuelta a probar. Por ser espontáneo y feliz qué no daría. Por un abrazo de vida sana qué no daría. Porque alguna pastillita de colores entre tantas taponara ese jodido pozo para siempre. La Dama que no me deja ir acabará matándome de éxitos... ¿Cómo sobreponerme a la inevitable lucha interna que mantengo, y al desasosiego? Y luego está el tiempo... El tiempo...