Hoy me quedo con la belleza del día y el agradecido detalle de quien me envió un "emilio" con un hecho feliz, con lo que es y no con lo que debiera haber sido a sus ojos. Dejemos pues nuestras adversidades para cantarlas en un día gris entre algún pleito y otras injusticias. La realidad hay que cojerla con pinzas, ya lo sabemos, pero de soslayo, hoy y siempre, está para saludar al bendito amor y la santa poesía con esperanza. Que para amar sin permiso y cantar miserias amarrado a un puerto ya no está uno. Es tiempo de dar prioridad a lo hermoso de la vida y responder alegría a la pregunta más pesimista. Y, como diría Roxana, tomar café solo y sin azucar en amena tertulia. (Para jodernos la vida ya tenemos a Rajoy).
Es tiempo de fresas o de un mar bajo el mismo cielo ausente de ti... La decisión es tuya.
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