El burro es un honorable animal conocido mundialmente por una excelente voz pero con un nefasto oído.
Este animal ha sido amplia y diversamente celebrado en la literatura, el arte, y como no, por las religiones de todas las épocas y pueblos desde la creación. Nadie inspiró la imaginación humana como este noble animal. Se sospecha, incluso, que pudiera ser un dios, al ser adorado por pueblos a lo largo de la historia como los etruscos.
De los únicos dos animales admitidos en el paraíso mahometano junto a las almas de los hombres fue precisamente la burra de Balaan, el otro fue el perro de los siete durmientes.
No pretendo ofender a ningún creyente de las diversas religiones, pero con lo que se ha escrito de este noble animal se podría realizar una biblioteca de tal resplandor y magnitud que rivalizaría con sus propias literaturas.
En términos generales, y dado los antecedentes del burro, puede decirse que toda la literatura es más o menos asnal.
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