sábado, 22 de marzo de 2014

Aviso

En la historia de la humanidad, en la vida y en la muerte, en todo lo que tiene que ver con la salud y la enfermedad... Me acaban de confirmar que mañana iré a Valencia y de todas es la peor de las ideas para pasar el día. Temeraria la ciudad. Transeúntes que saben a dónde van y que no consideran a nadie. Coches y más coches. Lo que ocurre en una gran ciudad en cuanto a tráfico, prisas, tropezones y pisotones no se lo recomiendo a nadie. Sin embargo, se me plantea un dilema que merece la pena ponderar seriamente para evitar que la realidad y mis miedos me confundan. En sí, el dilema no es dilema, pues no existen dos propuestas disyuntivas, o sea qué... es evidente: lo que intento decir es que me trae sin cuidado la ciudad y sus problemas, Cristel me dice que mañana es un día ideal para comer juntos y entonces Valencia mañana será un pueblo más que una ciudad. No lo dudes, mi amor, mañana estaré mucho antes de que tú llegues ahí. No obstante, si lo consideras necesario, avisa a la polícía municipal que voy. (Ya me conoces). Te quiero, mi niña.

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