sábado, 22 de marzo de 2014

Qué día para nacer...

Desde Mar del Plata, Roxana me envía un correo electrónico y me felicita, me habla de la poesía en su día, y que deje que la primavera se instale en mi corazón.

Desde sus años primaverales, Roxana se puede permitir el lujo de entrar en el otoño sin miedo a las consecuencias, sin embargo, para mí entrar en la primavera desde el invierno... Solo diré que vivir los años altos es jodido en cualquier estación del año. Fue sencilla en sus decires, escasos decires por cierto, pero llenos de sentimientos. Roxana es capaz de decir mucho en pocas palabras si habla de amor.

La primavera está asociada a la renovación y a la belleza interior; ella también me dijo algo sobre el alma... Tengo confusas sus palabras y sin embargo me inspiran. Sus palabras son penetrantes, incorporan paz y colorido a sus decires, y sobretodo un algo positivo que alimenta el espíritu. Un ser humano especial, hablo de Roxana, quien me propone la fe y avanzar sin obstáculos hacia el porvenir construyendo un futuro de esperanza. (Yo también te quiero).

Y ahora Carmen me recuerda que ayer fue su cumpleaños... He de confesar que no lo sabía... o que no lo recordaba, saber lo tenía que saber... Como siempre mi mala cabeza culpable de todos mis descuidos.

1 comentario:

  1. No es tu mala cabeza amigo, cumplir años es toda una aventura, algo arriesgado en este mundo para la humanidad escasa y soñadora. Como sea cumplir 40 es como cumplir 20 por partida doble aunque no estemos ni en lo físico ni en los compromisos tan descolgados y naturales y rebeldes. Sí, en mi caso, incorregible sin causa. Muchas gracias por esta entrada, te quiero y Dios mediante pueda la vida regalarnos un cafe negro sin azúcar mirando el Mediterráneo y fusionando nuestras rimas. besos

    ResponderEliminar