viernes, 3 de agosto de 2012
Hasta aquí hemos llegado
Hoy no es viernes de fiar, así que el domingo no iré a buscar a Eugenio para ir a misa. Los bienes deseados no han llegado del norte porque el trasporte urgente se ha puesto en huelga por tiempo indefinido. La depresión nos ha vencido. Los ciudadanos se ha instalado en el desánimo y el gobierno ha perdido la fe. Y sin fe llega la muerte turbulenta del espíritu. Rajoy anuncia medidas correctoras y la esperanza de un país mejor no tiene donde agarrarse. Yo me quedo en casa a ver Cine de Barrio, prefiero que me asesine Carmen Sevilla de aburrimiento. ¿En qué momento perdimos la capacidad de definir nuestras benditas prioridades...? El euro ha muerto: ¡Viva la peseta!.
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