domingo, 12 de agosto de 2012

Dormido, pienso en ti, solo en ti

Si por un aquel leo la prensa antes de sentarme a escribir tropiezo. Si al revés, la experiencia a base de observar mis fracasos me hace papilla. La economía y la política, el pasado, a la hora de escribir complican a quien con los humildes del corazón solo pretende una sonrisa. La vida de antes y la de ahora con el amor no comulgan. Los recuerdos, la economía, la política quizá. La dictadura de antes. El imperialismo globalizado de ahora. Solo el amor y la santa poesía es vida. Pero se debe convivir, y a ser posible en armonía.

Que si el rescate español. Que si los negocios. Que si la salida del euro. Que sí, Mariano Rajoy. Que el pasado, los recuerdos, los descuidos, las ausencias. En fin, ha llegado la hora de elegir y tomar decisiones: Vivir o morir.

En la balanza de las probabilidades, si optamos por vivir, sin duda, debemos elegir el amor y que se vaya al cuerno todo lo demás. Y volver al campo de la vida, al granero de la esperanza, a lo nuestro:
   
Al paraíso donde todo comenzó.
Al pedacito de cielo donde abunda el azahar.
A la prosa sujeta al verso.
A la mujer bella.
Al amor mental donde sin buscarte te encuentro.

Dormido, pienso en ti, solo en ti.

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