"Estos híbridos indefinidos que dicen ser nuestros líderes políticos no tienen vergüenza ni órbita entre las piernas". Eso es lo que piensa mi amigo Antonio José, que ayer me dijo que iba a Sevilla cueste lo que cueste, y duela a quien le duela. (Ojalá no sea mucho lo que te cueste y lo que te duela, querido amigo).
sábado, 12 de mayo de 2012
Silencio por las calles de Madrid
Rajoy (el centro derecha del sistema), seguramente hubiera rechazado la reforma de la banca, que no los recortes en Sanidad y Educación, ni las amenazas de Merkel ("¡eso es chantaje inaceptable!", diría). Rubalcaba (el centro socialdemócrata de la oposición), posiblemente hubiera expresado sus reservas sobre la aprobación de este engendro político y expresaría: "debemos tomar en cuenta lo que opina la mayoría de la gente". Aguirre (paradigma de la derecha), se hubiera hecho la interesante y manifestaría: "presidente, dales a entender que ya hablé de esto con el Papa". Pero no, hoy no es ayer, hoy toca el 15-M. Hoy toca lamentar que, 365 días después, todo sigue igual. Y a pesar de los pesares, los indignados, esta noche no podrán acampar en la Puerta del Sol, solo estarán reunidos hasta las diez de la noche desde las cinco de la tarde, según delegación del gobierno (ordeno y mando). Y, sino, carga policial (¡a las trincheras!). Nada de "Asamblea permanente", solo un minuto de silencio. Silencio por las calles de Madrid.
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