martes, 8 de mayo de 2012

Patricia

Antes de comenzar ésta, mi opinión sobre ti, y el momento que estás viviendo, has de saber que al margen de la propia existencia, nuestros sentimientos han de permanecer vibrantes, frescos, ligeros, impolutos, aún cuando sean tristes y se hagan viejos.

Tienes las cosas claras, pero aún así, me pondré en mi lugar de padre -que no por ello dejaré de ser tu amigo-, para darte mis pareceres desde los años altos de mi vida, ahora que buscas una buena excusa para ser tú misma: Depositaste tu confianza en la sabiduría de la universidad convencida de que esa era la mejor manera de apreciar desde el conocimiento las cosas buenas de la vida, y para acceder al mundo laboral con mayor solvencia. Pero no todo se enseña en la universidad, la vida también enseña, y debes aprender de ella con humildad para crecer. Has de saber que tienes que ser paciente para ir construyendo desde lo más elemental tus propias capacidades. Entre ellas no todas van a ser aprovechables en el futuro, tienes que ser inteligente para saber cuáles son las buenas y cultivarlas, y cuáles las malas para deshacerte de ellas abiertamente, aunque hayan conseguido hacerse un hueco en tu vida. Tener conciencia de las cosas es lo que te mantendrá alerta ante los valores capaces de conducirte por la vida, valores sin los cuales, tus capacidades más sobresalientes se verían mermadas. Debes creer en más de lo que puedas conocer y saber, y considerar el sufrimiento como un aliado, porque si lo sabes aprovechar puede ser un gran maestro. Te diré que pocas personas son capaces de aprender del sufrimiento algo más que no sea sufrir. Llegado este punto, quiero hablarte del amor. Con el amor debes ser prudente, porque puede llegar a ser traicionero y perjudicarte más allá del dolor que deja sin aliento el alma. Tanto la autocomplacencia como el desánimo o la propia soledad, pueden provocar en ti una necesidad de amar para huir del enigma que tú misma puedas generar: eso no es amor. El amor es otra cosa, el amor idealiza a la persona, y no solo como ser amado, sino por sí mismo, porque mediante el amor se ve, aunque al principio de manera confusa, su propio efecto. Cuando te ocurra se receptiva, ábrete a él y comprobarás la devoción más intima. Y ya para finalizar, solo decirte que todas las decisiones importantes que tomes en tu vida contarás con mi apoyo incondicional. Es todo.

Te quiero, jamás te irás de mí.

1 comentario:

  1. Vivir no es sólo existir,
    sino existir y crear,
    saber gozar y sufrir
    y no dormir sin soñar.
    Descansar, es empezar a morir.
    La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes.
    Yo igual no tengo tanta experiencia como tu padre, pero se lo que es ser padre, y sobre la vida quiero ver muchos amaneceres mas, y aprender lo que ella nos depara en el día a día

    Un abrazo.

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