Cuando no se me ocurre nada de qué escribir, o se me ocurre pero ya acabé el cupo que me gusta dedicar a cada tema, repaso la RAE a ver qué encuentro: que si una palabra nueva, que si vieja pero nueva para mí, en ese plan. Yo, de toda la vida quise saber qué era un loco, pero no me atreví a preguntárselo a mi psiquiatra, y menos se me ocurrió mirar en el diccionario. Qué cosas. Era algo tabú. Miedo sino. Qué equivocado estaba, no se debe tener miedo a nada, y menos a un molusco. Que un loco era un molusco ni de soslayo. Un loco una ostra, un calamar, un caracol, etcétera. Hay que joderse.
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