jueves, 13 de marzo de 2014

La filosifía de dolor y el placer

Una amiga me envía un "emilio" que no sabría clarificar sometiéndome al dolor que sufren los enfermos y los pobres (sino es lo mismo). Me explica que la capacidad de sentir placer y dolor son inherentes a su chiguagua como animal superior al Homo sapiens, a pesar de que la filosofía lo niegue, aunque lo considera a nivel individual y no colectivo. ¿Vale uno, pero todo el país? No hay conciencia ciudadana, ni estado, ni un Enrique que les diga a los que siempre ganan que ya les vale. Que el pueblo se muere de hambre y justicia. Cada persona sufre lo suyo y lo de los demás porque somos humanos, y en nuestro estado natural somos tal para cual. Los sentimientos son generalizados en el humano ser. Comer todos los días, sentir la salud correr por las venas, dormir, repito, dormir, son parte del placer. Pero no hay dudas: el placer y el dolor son caras de la misma moneda que coexisten en este modelo económico imperialista. Porque a fin de cuentas siempre aparece el dinero que no tenemos. Sí, hablamos de dinero para vivir. Vale que el dolor y el placer no se planifican, llaman a la puerta y vienen para quedarse o no (normalmente el dolor se queda y el placer se escapa por las rendijas de la puerta). Decir pobreza y enfermedad es la mayor de las redundancias; es la realidad que vivimos en un mundo global pleno de desigualdad, carencias básicas para subsistir. Y a todo eso sumemos el desempleo, la violencia, y añadamos el precio de los alimentos básicos, entonces nos parecerá que tener un vecino asesino es un chiste de lo más gracioso (hasta yo me reiría). ¿Qué más nos falta por ver y padecer?

5 comentarios:

  1. No se que mas falta, no lo se. Después de todo veo que al final todo se ve mas claro y que nada puede ser mas grave que morir.

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  2. Vendrán tiempos mejores. Beso.

    Salud.

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  3. Pues que se apuren ¿Eh? Porque me reurgen. Después de todo la esperanza muere al ultimo aunque eso si la mía ya le están dando los santos óleos.

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  4. Fe fe fe después de tanto sigo con lo mismo, no se tener fe. No se como tener fe. No se nada.

    Quizás tengo fe pero se llama de otro modo, ni idea.

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