Ceremonia solitaria en compañía de tu cuerpo.
Penetro tu cuerpo, tu cuerpo
de carne penetro, me hundo
entre tu lengua y tu mirada pura.
Primero con mis ojos,
con mi corazón, con mis labios,
luego con mi soledad,
con mis huesos con mi glande;
entro y salgo de tu cuerpo
como si fuera un espejo,
atravieso pelos y quejidos,
no sé cuál es tu piel y cuál la mía,
cuál mi esqueleto y cuál el tuyo;
tu sangre brilla en mis arterias
semejante a un lucero,
mis brazos y tus brazos son los brazos
de una estrella que se multiplica
y que nos llena de ternura,
somos un animal que se enamora
mitad ceniza mitad latido,
un puñado de tierra que respira
de incandescentes materias
que jadean y que gozan,
y que jamás reposan.
Jorge Eduardo Eielson, poeta, falleció el 10 de marzo de 2006.
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