lunes, 16 de abril de 2012

Y sin embargo...

El Sabina me inspira y mi esposa lo sabe, por eso me regaló sin venir a cuento un CD con sus mejores éxitos. Ahora lo estoy escuchando... Ay, gracias.

Hace un día espléndido y sería ideal de la vida si no fuera porque mi ordenador, el que siempre me ordena, se ha dejado timar por un virus. ¡Aggrrrr... estúpido!.

Hoy también es fiesta aquí y le pedí (por favor) a mi esposa que me dejara su ordenador para escribir; me lo dejó (creo que le di lástima) hasta las doce. Pero no es lo mismo, claro que no. Mañana a primera hora se lo llevaré al informático de siempre, el que me dice que es más viejo que yo y que no merece la pena arreglarlo, gastar dinero en él, que por poco más me vende uno con altavoces y una cámara para que me vean, incluso yo también vería (se lo pregunté) a mi amiga Roxana que vive en la Argentina. (Parece imposible). Y más cosas que no sé lo que serán... ni lo sabré, nunca sabré para qué sirven, si merece la pena o no. Nunca lo sabré. No.

Mañana se lo llevaré y tendré que buscar otra excusa diferente a la de "cuando cobre la extra", porque me lo va arreglar sí o sí... "Porque una casa sin ti es una oficina, un teléfono ardiendo en la cabina, una palmera en el museo de cera, un éxodo de oscuras golondrinas...".

4 comentarios:

  1. soy muy curioso ¿cual te regalo?

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  2. Más me gustaría dejar de trazar tus rasgos en la mente, dejar de imaginarme la amistad sin parentesco, por eso, es amistad. Más me gustaría una presentación formal y la lectura de una sonrisa, y la mirada de unos ojos y así comprender un poco, de qué va la poesía.

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