Un pueblo vencido en las urnas

Nuestra democracia se configura a través de los votos de los ciudadanos. Así, los políticos candidatos obtienen mediante elecciones con voto libre y secreto la calidad de representantes del pueblo en el Congreso, Senado, etcétera. Luego, ellos y ellas con nuestro voto nos gobiernan. Y nosotros solo podemos opinar (quejarnos) hasta las próximas elecciones. Somos apenas un pueblo vencido por sus hechos. Un pueblo vencido en las urnas. Los políticos con sus mayorías absolutas son los protagonistas de una película que dura cuatro años. Tienen el play y hacen lo que quieren: compran, venden, saquean, mienten, aplican las leyes con autoridad y recortan nuestros derechos. Nuestra calidad de vida. Eso sí, democráticamente. ¿Cómo frenar este festival de boleros? ¿Cómo decirles que deben priorizar la sanidad, la educación. Estado de Bienestar? Si es cierto que obras son amores paguemos su precio y mantengamos a flote la nave en esta tormenta económica. Es urgente, y sería su mérito, perínclito Rajoy.

(Menos mal que a Merkel y Sarkozy los ha divorciado las urnas en Francia y no quieren saber el uno del otro ni para versos).