"Esto no es olvido, es buena memoria. A mí me es igual escribir sobre blanco o sobre negro". (Yo nací un día que Dios estuvo enfermo).
Por Dios te lo pido... Por Dios, cómo sino... A Dios pongo por testigo... Y te lo juro por Dios. Entre otras muchas técnicas de venta. Porque si Dios nos avala, tenemos al menos vendida la mitad de la burra. Dios mío. Dios mío, ay. Cuando te nombro mis intereses te entrego.
¿Qué hay de lo mío? Yo que olvido fácil, y que de cuando en vez te niego, yo, ¿acaso comercializo tu nombre? ¿Yo, manipulador te oculto en la sombra de mi conciencia a conveniencia? Dicen que sufres por todos... pero no dicen que te utilizan... Igual debieras echar números... Igual no todos los que se postran ante ti te merecen... Además, y lo sé de fijo, muchos ni te escuchan. Solo dicen y juran en tu nombre. Hipócritas. Mucho darse golpes en el pecho de yo pecador me confieso y a la hora de la verdad venden tu nombre con todas sus miserias. Y sanseacabó, o sea: Amén. (Yo nací un día que Dios estuvo enfermo, grave).
No hay comentarios:
Publicar un comentario