Y ahora, para variar, hablaré de la Semana Santa , pero no para lamentarme porque llueve, tampoco por decires estúpidos, y mucho menos por no saber cantar una saeta. Ahora hablaré de la Semana Santa porque es tiempo de hacer y deshacer. Y de tomarse un respiro a pesar de los pesares. Pienso en una amiga -amiga del alma-, que llegada estas fechas sufre en silencio. Como dije arriba, es tiempo de hacer y deshacer. Cada cual sabe lo que tiene que hacer. Tan bueno es para el alma lo uno como lo otro, eso sí, se ha de tener claro lo de hacer y deshacer, que hay cosas que no tienes vuelta atrás ¿? Mi amiga un día me dijo que de aquella Semana Santa solo el amor recuerda, que ya se siente liberada. Es cierto, no solo vivimos para lamentar lo que pudo ser. Necesitamos vivir en paz con nosotros mismos. Reconciliarnos con el amor y la santa poesía. Fueron malos tiempos, pero ya has pagado por tu libertad, ya has puesto orden en tu vida. Basta ya de soledad y silencio. Vivir es mejor que morir, al menos hasta que no sepamos qué hay más allá de la muerte. La Semana Santa es un buen momento para enseñarnos con libertad de miras. (Voluntad de Dios: Fe, Esperanza y Caridad).
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