Mi hija me dice que le gustaría trabajar, (ya). Me dice que no quiere seguir estudiando toda la vida, (ya). Mi hija me dice que acabará este master en mayo y dejará de estudiar, (ya). Que se apuntará al paro a ver qué pasa, (ya). Mi hija está desanimada y lo entiendo. Le sentará mal el café... no sé qué decirle: Las cosas están jodidas. Lo siento mi amor, vendrán tiempos mejores, pero, ¿estás segura que necesitas llevar esa manta? Claro papá, estamos a seis grados en clase y son cuatro horas. Tú qué sabes, el profesor dice que lleva dos años sin cobrar. Y no nos lo dice para dar lástima, sino para que tengamos cuidado con los ordenadores que no les entre ningún virus, porque tendría que apagarlos: no tienen antivirus. (Prometo que el enterarme de esta realidad, siento que habito este mismo pedazo de cielo, pero en el siglo 16 ó 17, cuando mucho, 18).
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