jueves, 2 de febrero de 2012

Huésped de mi mente

Un tren equivocado, una estación tal vez, un reloj a deshora, un descuido... una cita cancelada. Un mar equivocado por mis venas. Huésped de mi mente.

Esta noche he visto cómo me rompía en mil pedazos cuando intentaba aplastar la arena de la playa. Fue un ensueño, yo intentaba aplastar la arena y ella se escapaba por los lados dando forma a la huella de mi pie. Pisaba, aplastaba la arena, quería hundirme en ella, eso, quería hundirme, quería que me tragara la arena... pero cuando más profundizaba más dura se hacía. Mi mente absurda quería negar la evidencia y con ella mi memoria. No pude, fue imposible, y acabé rompiéndome y esparciendo mis restos por la playa.

Mientras alguien persigue un amor en la noche más tenebrosa, intenta boicotear y restarle importancia a unos sentimientos porque las hazañas ya no le valen. Un batallón de ideas se apilan en la mente y preso y angustiado por la memoria es apenas la sombra de una imagen... Si cada noche no te viera, si no te tocara cada noche, si sus ensueños no fueran tuyos, si sus fantasías, si no existieras, si sus ruidos... terco, le sería fácil comprender tu ausencia.

Pedro Calderón de la Barca dijo: "la muerte siempre es temprana y no perdona a ninguno".

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