martes, 7 de febrero de 2012

Arrebato

Lo de antes fue un arrebato. Eso. Todo empezó leyendo un artículo en prensa y acabó con el comentario anterior. Me identifiqué con el personaje que el autor relataba. Y ahora, y esto sí es la monda, escuchando El Arrebato -me encanta este cantante sevillano. Me encanta Sevilla y sus gentes-, considero que fue un arrebato. Por eso (es verdad que el disco duro si se sobrecarga de rencores se raya), pido perdón, porque perdonar libera hondamente, redime del rencor y la fijación de un hecho en el pasado y capacita para asumir la responsabilidad de crear maneras nuevas de entendimiento. Por consiguiente, un comportamiento desmesurado no ha de desanimar, todo lo contrario, es un aliciente más para seguir avanzando. Un artículo en prensa puede ser el resultado tangible de cómo debemos comportarnos. Aunque no se comparta, porque no siempre la razón está de nuestra parte. Un artículo en prensa nos puede ayudar a ser mejores. Un arrebato, un daño colateral que termina convertida en una bendita realidad: de soslayo. (Escribir a las puertas del silencio es de lo más gratificante). 

Y ya me vale, no puedo seguir enamorado de un amor que no me ama.

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