jueves, 23 de febrero de 2012

El trabajo bien hecho. ¿Y?

El cuento de los tres cerditos (resumen)

Tres cerditos hacen sus casas, pero para tardar menos tiempo y jugar, los dos primeros las hacen de paja y maderas, mientras el mayor se esfuerza más y la hace de ladrillo. Cuando llega el lobo, soplando tira la casa del primero y luego la del segundo; y los dos cerditos se refugiaron en la del tercero. El lobo, como no puede tirar la última casa soplando, trata de entrar por la chimenea, pero los cerditos preparan un caldero y el lobo huye abrasado.

¡Que viene el lobo!. ¡Que viene el lobo!. No debemos preocuparnos.... porque, a diferencia de otros sitios, el trabajo bien hecho no importa... El lobo seguirá tan ricamente haciendo de las suyas como si no pasará nada... Aquí nunca pasa nada.

Tanto mensajito anglosajón para qué. Tanto rascarse la barriga y tanto humillar para qué. Tanto anonimato, tanto (doble) maquillaje, tanto no explicar a la cara. Tanto sentimiento... de inferioridad. Y en eso estamos. En los mensajitos (y muescas en la pistola) desde su notable presencia.

Fue llegar y se armó la marimorena... ¿Y en el fondo o trasfondo qué hay? Un fantasma. ¿Y adentro qué hay? Un arrebato de cólera. ¿Y la esencia qué es? La ceniza que arrastra el viento. Paz al difunto. Y se acabó.

Lo verdadero y permanente no es lo que parece, sino lo que aparece en el más íntimo y a veces recóndito espacio de nuestro ser. Amor y Poesía.

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