Pensando a quién botar.

En el Pueblo de Patricia plantaron unos estandartes con fotografías de políticos a rebosar de alegría. Pregunté y volvemos a estar en campaña electoral. Con una salvedad: los nuestros no están, y eso me preocupa. La preocupación no es definición, es causa de distracciones e indecisiones. La indecisión es la antesala de la depresión. La distracción nos arrastra al abismo. Tendré que valorar si aviso a los nuestros y en la noche más oscura echamos abajo los estandartes. Todos o ninguno. No es que piense que vayan a ganar los nuestros, pero un voto es un voto (y seis, media docena, que son los que conseguimos en las últimas elecciones). ¿Por qué no está en los estandartes el partido comunista del Pueblo de Patricia? Ay, si la Pasionaria levantara la cabeza habría más que palabras; no se tomen la frase de manera literal porque tengo el Síndrome de Asperger. (Ahora comprenderán por qué me cuesta tanto hacer amigas. ¡A la mierda las amigas!). Puesto que todo acabó, en adelante les iré cantando el repertorio patológico de mi mente absurda, pero no en plan misericordioso o miserable como otras, claro, porque el que tiene el control de la situación, de los recursos y, obviamente, de los tiempos, soy yo. Y ahora va para los que están en los estandartes: "aprendan del pasado como axioma para no volver a meter la pata de atrás". Y otro: "sin unidad no hay victoria". Por último, que cada cual se ría de sí mismo controlando su ego: quien no controla su ego ya perdió. Gracias.