Llevo días preocupado y no es porque dude de que Illa sea el próximo President de Catalunya o sea otra. Estoy preocupado porque una duda obstinada alimenta mis pensamientos y se dejan embaucar por malos presagios. La incertidumbre crece, y no crece sosegada, crece por crecer, casi siempre como su madre: la arrogancia. La arrogancia es la madre de la duda que de no aclararse se convierte en un problema. Así se lo expliqué a Kristel, y mal se lo debí explicar para que ahora tengamos un problema de intrincada solución. El asunto es familiar, con eso quiero decir que lo traigo a de soslayo como un desahogo. Kristel, no estés preocupada como lo estoy yo, soy mayor y vivo en permanente preocupación, pero no hables sin pensar ni imagines lo que nunca fue: despeja esa duda y mira al frente, porque es el inicio de la solución. No consientas que te ciegue "La maldición de las dudas" que se deja acompañar por fúnebres ejemplos. En cualquier caso, sabes quién soy y dónde me puedes encontrar: sempiternamente tuyo. El amor no está en duda ni pone condiciones. Mientras, te recomiendo recordar a León Felipe: "porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino con todos y a tiempo". Te quiero, Kristel. Besito a Diego.
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