lunes, 13 de mayo de 2024

Aún creo en los dos.

¿Alguien me presta un poema, o algo de prosa creativa? Quien pudiera ser poeta y establecerme perdurable en ti. ¿Quién pudiera amarte? Soy una gota de lluvia que se evapora sin tocar el suelo. Me extingo antes de llegar a ti: soy brisa, soy aire. ¿Alguien sabe y quiere explicarme? Pregunté al caminante, le canté en la madrugada al Jesús que anduvo en la mar. Duele no saber quién soy, y, sin embargo, por saber de ti y poder amarte: una vida, mi vida, por saber de ti, por amarte. ¿Se puede prestar la fe? Sé quién tiene: tú la tienes, me conoces, sabes quién soy, y no me ignoras. No soy de soslayo para ti, quieres saber de mí, y quiero saber de ti. Los dos queremos saber cómo fue que llegamos hasta aquí. ¿Por qué tanto dolor? Quiero que alguien me explique y explicarte. ¿Sabré qué decirte? ¿En realidad será un descuido más de mi mente absurda carente de todo sentido razonable? Solo palabras. Hui cobarde. Sueño tu risa, veo tus caderas cambiando de acera. Me desvelas, y levito en el letargo de la noche. Busco en vano respuestas para mí, y para ti. Aún creo en los dos. Pero qué oscura que está la noche. Con tus heridas a flor de piel que siempre serán mías. Cristianamente, ahora y siempre somos dos. (Tu sonrisa no luce como lucía, aunque se extiende airosa sobre mí. La desesperanza es como el amor cuando ya no hay amor). Gracias.

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