¿Cuántos caminos tiene que andar un hombre antes de que le llaméis hombre? ¿Cuántos mares tiene que surcar la paloma blanca antes de poder descansar en la arena? Sí, ¿y cuánto tiempo tienen que volar las balas de cañón antes de que sean prohibidas para siempre? La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento, la respuesta está soplando en el viento. Sí. ¿Y cuántos años puede existir una montaña antes de ser bañada por el mar? Sí. ¿Y cuántos años deben vivir algunos antes de que se les conceda ser libres? Sí. ¿Y cuantas veces puede un hombre volver la cabeza fingiendo no ver lo que ve? La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento, la respuesta está soplando en el viento. Sí. ¿Y cuánto tiempo tiene un hombre que mirar hacia arriba antes de que pueda ver el cielo? Sí. ¿Y cuántos oídos tiene que tener un hombre para que pueda oír a la gente gritar? Sí. ¿Y cuántas muertes se aceptarán, hasta que se sepa que ya ha muerto demasiada gente? La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento, la respuesta está soplando en el viento. Autor, Bob Dylan, poeta, 24 de mayo de un cumpleaños feliz.
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