"Fíjate en esa promesa, échale un vistazo. Son palabras que nacen y dicen de corazón: no engañan, ni les falta esperanza. La palabra que sale por la boca no retornará vacía. Piensa en las consecuencias antes de tomar una decisión. Cumple esa promesa". (Más vale un "toma" que dos "te daré"). No quería que me fallaras. Había mucho en juego. Quería correr contigo la gran aventura. Tierna, cariñosa, amistosa, y sumamente intolerante con el fin de llevar los peores tiempos al olvido. Y no.
Así fue como aprendí que cada mentira conlleva una sanción. La mentira sin sanción es lo que ahora llamamos corrupción. La corrupción es el cáncer de la democracia. La democracia sin sanción está condenada al caos... Sin sanción, el mérito de nuestra democracia fue lograr la democratización de la corrupción. Y poco a poco fui educando mi carácter insurrecto. Estoy convencido de que en este país el único pecado sin perdón es la pobreza. ¿Hacia dónde nos conduce una sociedad donde la corrupción es norma y la honradez excepción? Repasemos la historia reciente, o dejémoslo estar, porque hemos tocado fondo y los que siempre pierden siguen perdiendo. Si alguien se tiene que rendir me apunto el primero, y ya es mucho para mí ser el primero en algo, pero los años y tanta decepción traen consigo la adversidad. El "punto y aparte" del presidente es inevitable que sea en versión social para que la ciudadanía pueda encontrar esperanzas dentro del respeto que se le debe a la ley y su justicia, como lo hacen las empresas del IBEX. (Pobre de los pueblos que no aprenden ya ni sufriendo). Gracias.
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