miércoles, 28 de mayo de 2014

Y luego quién me va a querer...

Libre te quiero, sin desavenencias y otras miserias. Todopoderosa me mente. Real poderío que marca el paso de mis días. Me desafía e intimida mi mente.... dona.

Lo ocurrido esta mañana denuncia un apoderamiento inaudito ajeno a mi voluntad. Inaudito por antisocial. Extremo desorden mental, desorden sin orden ni complejos se apodera de mí confirmando mi inseguridad al salir a la calle. La impotencia me lleva a admitir castigos por momentos como vía de escape.

Saturado de controversias imprevisibles necesito acontecimientos nuevos que me permitan reaccionar con la urgencia que precisa mi existencia. Mi mente absurda me tiene fuera de mis cabales, me hace sentir y decir, no, que no, me hace decir lo que no siento, y luego pasa lo que pasa y llega el arrepentimiento, como lo ocurrido esta mañana, sin embargo, no todo puede escapar a mi voluntad: he de reaccionar. Entendería desde la lucidez y el sosiego, pero lo uno lleva a lo otro. Soy incapaz de manejarme ante ciertas situaciones que se producen imperturbables como visión nítida en mi mente.

Una mente cabal no se doblega ante lo malo, lo analiza y luego decide. Necesito ser ecuánime, aunque eso implique sabiduría... Un espejismo lo ocurrido esta mañana, algo que pudiera ser y nunca será. Mi ignorancia hace estragos en mi cotidianidad. Ego desmesurado, arrogancia, prepotencia, resentimiento y todo como un cruzado fuego de ansiedad. No soy neutral ante situaciones de ansiedad, necesito fluir de la rigidez que me ocasiona este malestar incontrolado. Hablo en serio, estoy tocando fondo, o me hago dueño de una inteligencia que me acredite como persona capaz y distinguida a poder ser o me deja ingresado. Y luego quién me va a querer...

2 comentarios:

  1. Ay. La cosa está muy negra. Y luego Rajoy no ayuda en nada. Ni el FMI. ¡Joder!. Así cómo quieres que no sea negativo... Muchas gracias.

    Salud.

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