Cada día leo la prensa, y a pesar de que el dolor de algunas noticias me decomisan, me estoy aconstumbrando a ellas. Y eso es malo. Leer y oír las mismas noticias en los medios de comunicación me están acostumbrando a ellas. Eso es malo o peor. Me acostumbro al dolor ajeno y las alegría me pasan de soslayo.
Luego salgo a la calle y en un ejercicio de observación solo veo personas tristes de morir y me pregunto por qué presto más atención a lo negativo que hay en ellas que lo positivo. Culpables los medios que nos aborregan. El sensacionalismo y el morbo priman en las noticias.
Cierto que vende más las desgracias que las alegrías, pero no nos debiéramos dejar engañar, por nosotros y por nuestros hijos, busquemos las noticias que nos den un hilo de esperanza... Que nos digan que no todo está perdido. Si realmente tenemos algo por lo que vivir... seremos capaces de soportar cualquier mala noticia, sin que nos haga daño, pero sintiéndola de cualquier modo para saber en qué país vivimos. Y recordemos el dicho: "lo que no nos mata nos hace más fuertes".
Voy a escribir un post que se llame, Morir si quiero.
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