viernes, 9 de mayo de 2014

Mayo

Mayo, mes de flores, donde las mariposas vuelan libres porque aún es primavera, esgrime los conceptos y deprime la verdad.
 
Aunque un mar, marinero, transforme tus sueños y evapore tus nobles intenciones, el comportamiento ideal contrasta con tu blanca palidez logrando posicionarse en el insomnio de un amor verdadero.
   
En las rocas del acantilado donde las olas rompen y se transforman en agua turbia, gotas de ensueños se esparcen por la cara como luces en la silente levedad de las entrañas y las vibrátiles alas del querer ascender hacia la eternidad de la fantasía.

Un libro sirve como bálsamo y permite con su lectura vivir experiencias purificadas donde las dimensiones infinitas de castas palabras adormecen el espacio mágico de un enigma.  

La mirada, marinero, levitando serena observa la sensación del encuentro deseado mientras una bandada de gaviotas impregna la tersa cualidad de los sentimientos con cristalinas peras de suspiros que claudican ante la esplendorosa santificación del verbo.

Mayo se abre a los susurros que brotan de las páginas de un libro de poesía que no se abre por temor a enloquecer de pasión por el misterio de una musa que desborda su primorosa inspiración dejándose caer en el asombro de las horas intempestivas y en la profusa quietud de la madrugada.

Que mayo embriagado de palabras no sirva de disculpa para morir en la dejadez por miedo a las consecuencias.

3 comentarios:

  1. ... deprime la verdad. Hoy por hoy la verdad es cerrar los ojos y no saber nada.

    Las musas a veces tienen ganas de desaparecer entre los dedos suaves del escritor enamorado y perderse en el nunca mas.
    Mayo y sus flores y sus enamorados y su sol brillante y sus madres arregladas para el festival de la escuela y sus musas sin sentido y sus dedos deprimidos y sus no saber que decir y sus madrugadas somnolientas y sus perdidas de amigos y sus acaboses profundos y sus eternas agonías y sus lagrimas de sal y sus te quieros desaparecidos y su infortunio del ser y no ser, y su virtualidad extremosa y sus vínculos decadentes y sus risas de niños y sus vacíos existenciales y sus nadie me comprende y sus temblores de tierra y sus temblores de manos y sus pies lastimados y sus poetas gruñones y sus marineros sin cruzar el mar y sus luces apagadas y sus yo no buscaba a nadie y te vi y sus escribo aunque no me entiendas y su apaga y vamonos.

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  2. ¿Has escuchado Al lado del camino, de Fito Páez?, es buena. Lastima que no tengas bocinas en tu compu, te pierdes de mucho mientras le das duro a las teclas.

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  3. La escucho por la radio. Buenas madrugadas. Beso.

    Salud.

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