A una amiga la mató su carácter, ¡Dios mío!.
Y ahorita anda como ánima sin sueño por el Limbo pidiendo amparo a la María. Que lo hubiera pensado antes... A un amigo no se lo trata con desapego.
Hoy tal vez sea un buen día para recordar que hace una vida conocí a una mujer que merecía la pena. Una mujer que con el tiempo se convirtió en una Dama con poesía propia y amiga del alma. Un día comenzó una relación de amistad hasta que su mal carácter y la muerte nos separó. Y se acabó.
Pero entremedias hubo mucho. Avanzamos gracias a que imperó la armonía y el amor mutuo por la santa poesía. Y por la Virgen de Guadalupe. Siempre hubo un mañana esperanzada en el tiempo. Y un mar inmenso entre la Tierra y el Cielo. La vida es injusta a veces.
Hoy, porque tal vez sea un buen día para recordar, he de decir que estoy orgulloso de ser su amigo. Va en serio. Y que le pido a Dios por su salud.
Esto es para enmarcarlo, ¡Si señor! Como chirriones no.
ResponderEliminarVa en serio y no digo mas, gracias.
Pues vale. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Cuando vi esto de In memoriam, se me enchinó la piel. Dije una grosería y después dije ¡Ah caray! y me fui mejor.
ResponderEliminarQue bueno que no me morí, Chido, ¿no?
Siempre vas por delante...
ResponderEliminarBuenas madrugadas. Beso.
Salud.
Primero yo, luego yo y después yo, supongo que en algún lugar de mi recóndita mente alguien lo dejo grabado con fuego, supongo que es por eso. Ni idea.
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