sábado, 24 de mayo de 2014

Memoria

Hoy puede ser un buen día para reflexionar, pero hoy la reflexión será la excepción: hoy solo será Madrid aunque sea en Lisboa. Sonrió y guardó silencio. ¿Qué será de mi vida sin ti? De viejo, no quiero morir de éxitos, además, el éxito para mí ya no es importante: solo tú. Por un beso acompañado de un café de buenos deseos para el nuevo amanecer; porque el día está más azul y hermoso que nunca; porque vienen nuestras hijas a comer; porque hoy podemos ir a la mar... Y ver escaparates, claro, amor, y ver escaparates, incluso entrar a las tiendas aunque no podamos comprar. Porque lo cotidiano contigo es una nueva experiencia que no me quiero perder por nada de este mundo. ¿Qué será de mí sin ti, amor?

Ahora que todo el mundo sabe mi incapacidad a vivir sin ti; ahora que todos saben que no puedo ofrecer la más mínima credibilidad si tú no estás. Ahora que virtudes no me quedan y lo demás qué importa. Ahora que la noche es más larga. Ahora que solo de pensar que no estás a la hora del desayuno o al mediodía o a la cena, amor, más que miedo a perderte tengo miedo a que me olvides. Porque sin ti no soy nada.

O sea, amor, para amarte solo necesito que no me olvides. ¡Joder, dona! ¿No habrá salido el sol? O es que Dios y la María se habrán quedado dormidos...

2 comentarios:

  1. Hasta me siento intrusa leyendo esto. Con per... hago mutis pa' no estorbar.

    ResponderEliminar
  2. ¿Ves el fútbol? Nosotros tambien. Creo ganara el Atleti igual no me dice nada.

    Ay empataron oh oh.

    ResponderEliminar