viernes, 17 de octubre de 2014
Y si por pedir fuera...
A las amigas de mi esposa, con el máximo respeto les digo, que si vuelven a ver a mi esposa, le traigan un presente... No les pido oro, incienso y mirra, como al Niño Jesús el de Belén, además, las cosas no están para gastos; solo el oro debe costar un ojo de la cara, pero qué me dicen de una docena de pastas de té... ¿Verdad que no es mucho pedir? Le encantan las pastas de té. Yo, porque mi esposa sea feliz... Se las compraría yo, pero está mal visto, según el protocolo ceremonial de la vieja escuela. Y si por pedir fuera... a mí me chifla el chocolate Valor. Lo dejo ahí, como de soslayo. El café corre de mi cuenta. Muchas gracias.
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