No siempre es el cartero el que llama a la puerta...
De toda la vida (más no... por favor), el humano ser ha tratado de descubrir fuerzas ocultas que controlan los acontecimientos del mundo al margen del amor. A veces como si fuéramos actores principales de una obra teatral con papeles secundarios en escenas de "alto riesgo".
A pesar de los sentimientos desvelados que nos guían como si fuésemos titiriteros, muchos y muchas no saben dónde se meten cuando el amor llama a su puerta y la abren. Muchos y muchas sin tener la certeza de las intenciones de quién llama a la puerta... (Hace tempo que Dios y ella no se miran de soslayo).
Este comentario no tiene la intención de influir en decisiones tomadas, solo espera una estúpida disculpa para entregarse al amor, porque éste ya hizo estragos en su corazón... ¿con las vueltas que da la vida merece la pena? A Dios gracias, la María, porque hablamos de amor, enseguida pone a cada cual en su sitio... Caprichoso el amor, consigue que bajemos la guardia y nos deja a expensas de maledicencias e intrigas. Hay quienes aseguran que el amor es cosa del destino. Otros que el amor es humano y que no tiene secretos. Digan unos, digan otras, y pueden decir lo que quieran, cuando el amor llama a la puerta estamos bien jodidos. Con perdón. Solo recordar que el amor es libre, o sea, que pueden ser dos los que llamen a la puerta.
A quien me inspiro este comentario, decir que por ella empecé a abrir un camino de inconsciencias en la vida. De ahí que a veces mi reputación deje mucho que desear. Aunque nadie me puede tachar de insensible o irresponsable cuando he tenido que enfrentarme a "adversarios" cual villano hidalgo que soy. En paz con mi conciencia respeto a todos y no me perturba lo que de mí puedan pensar sobre este asunto.
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